sábado, 6 de diciembre de 2014

Amar no se olvida- Capitulo 21: Algo inesperado


Bella’s pov
Cada centímetro que avanzábamos por aquellas frías y húmedas alcantarillas nos acercaba más a la derrota o a la victoria, lo cierto es que mis sentidos ya podían percibir el efluvio de los vampiros de Volterra, los Volturis. El silencio se había apoderado de cada uno de nosotros, en el fondo entendíamos con claridad  lo compleja de la situación, las visiones de Alice habían sido claras con respecto a los resultados, sin embargo cualquier paso en falso podía alterar el desenlace. De pronto me percate que Edward se había detenido tras de mí, no me gustaba para nada la  forma en que su rostro intentaba disimular algo de lo que se había enterado, advertí que no era nada bueno porque esquivo mi mirada en el instante que aprecio que  había detenido mi marcha para acompañarle.
-Benjamín y Senna vienen en camino, en un momento se nos unirán, ya puedo oírlos- dijo por fin rompiendo el silencio. Muy a su pesar, no podía engañarme lo conocía demasiado bien. Intento avanzar, pero lo detuve poniendo mi mano sobre su pecho, logrando hacerle entender que yo sabía que había algo más.
-¿Edward que sucede?- pregunte con sentimientos encontrados, mi curiosidad necesitaba saber que era lo que le atormentó, pero si eran malas noticias prefería no enterarme aún.
Los demás notaron nuestra conversación y se adhirieron a mi pregunta. –Edward ¿porque no le respondes a tu esposa?- Eleazar fue el primero.
-Vamos Cullen, no nos ocultes información- agregó Garret devolviéndose  miradas con Kate.
-Está bien, pero que quede específicamente claro que no creo conveniente que tengan conocimiento de esto antes de nuestro enfrentamiento- si mi corazón hubiese estado vivo y latente, se me habría acelerado y apretado al momento de oír sus palabras que llevaban una advertencia.
-Edward por favor, ya dinos que sucede- insistí al ver que no seguía hablando.
-Maggie ha muerto- espetó casi en un susurro.
Solo pude observar la reacción de los demás, Kate se hundió en los brazos de Garret, Jasper y Emmett se dirigieron una mirada que desprendía fuego por la ira que me imaginé los invadió, Carmen y Eleazar se abrazaron con desesperanza tal vez cualquiera de nosotros terminaría igual que Maggie, la más joven integrante del Clan Irlandés.
-Bella dime que estás pensando, sabes que no puedo oírte- escuché una voz lejana, o al menos eso me pareció, aparentemente me encontraba en estado de shock, y solo salí del trance hasta que Edward me rodeo con sus brazos. Al verme acunada con su frio  y pétreo cuerpo caí en cuenta de lo que estaba sucediendo, no era un sueño, tampoco había una equivocación, Edward jamás nos diría algo así sin estar seguro, levante la mirada y me libre un poco, y solo un poco de su abrazo, para preguntarle cómo, pero me arrepentí en el instante, no era el momento, ahora teníamos una razón más por la cual enfrentarnos a los Volturis.
-Debemos seguir, no solo por Nessie, ahora también por Maggie- pude reconocer la voz de Carlisle. Fue extraño, por el simple motivo que en sus palabras pude reconocer un toque de sed de venganza, algo muy inusual en él.
Lo único que deseaba era aclarar una duda, más importante que el saber la causa, necesitaba saber que sucedía con Siobhan y Liam, el resto del clan Irlandés, acaso le habían reprochado o culpado a Edward por la muerte del miembro de  su clan, acaso ya no estaban dispuestos a ayudarnos, acaso nos odiarían por su perdida. No tuve tiempo de formular la pregunta cuando Edward nos aclaró que llegarían junto con Benjamín y Senna, que el dolor de su perdida era soportable solo por el hecho de no ser humanos, que de lo contrario, probablemente hubieran sucumbido y desistido de ayudarnos, pero que ellos habían asumido la responsabilidad de que algo pudiese ocurrir, y ahora solo les quedaba resignarse y seguir con el plan para que su muerte no fuera en vano. Me costó trabajo continuar el camino, mi mente estaba ocupada pensando en si yo aceptaría con resignación la muerte de algún miembro de mi familia, la respuesta era evidente, no, no lo aceptaría, y si fuera necesario me pasaría la vida buscando venganza. En el mejor de los casos buscaría la muerte, mi vida no tendría sentido sin ellos. Me encontraba sumida en las imágenes escabrosas que venían a mi cabeza cuando las palabras de Edward me hicieron regresar a la realidad, nos hallábamos en el último trecho antes de la entrada de sus dominios.
-Ya saben que estamos aquí- fueron las palabras que irrumpieron mis pensamientos. Si no tuviera la certeza de que soy un vampiro, habría jurado que mi estómago se revolvió, de igual modo que cuando siendo humana sentía nerviosismo frente a una situación riesgosa. Busqué su mirada entre todas las que allí se encontraban, esa mirada que me había dado los motivos y la fuerza para soportar cada una de las pruebas que puso el destino en mi contra para estar a su lado, nuestras miradas se encontraron y en un abrir y cerrar de ojos me apegue en su pecho, no quería desperdiciar  la  oportunidad de sentir su frio pero reconfortante cuerpo, más cuando de algún modo podía ser la última vez, cada segundo a partir desde ahora contaba más que antes.
-Es ahora o nunca- murmuraron Stefan y Vladimir en una complicidad que solo ellos entendían. Edward se despegó de mí y tomo la delantera, atravesamos el trecho más corto, pero más decisivo  y entramos al pasillo principal encontrándonos de frente con Feliz.
- Sigue el plan Bella, te amo- oí un susurro de Edward mientras en compañía de Emmett y Garret dieron inicio a la pelea con el más fuerte de la guardia, que en el instante en que nos vio  se abalanzó sobre nosotros. Sombras fugases pude notar mientras el resto de nosotros avanzó a la siguiente estancia, desde el otro lado del pasillo, vi a dos miembros de la guardia acercarse para ayudar a Félix, hice plan de ayudarles pero Esme tiró de mí –Bella debemos seguir con lo acordado, no podemos darnos el lujo de distraernos- me dijo mientras sostenía mi rostro en sus manos, dude unos segundo en dejar a Edward atrás, pero recordé que no era por mí que estábamos allí, sino por Renesmee, por su felicidad y tranquilidad. De pronto el lugar se atestó de vampiros, con sus capas largas y negras cayendo sobre sus hombros, el símbolo de los Vulturis nos rodeó quedándonos en medio de la pila de asesinos a sangre fría, Aro los había enviado para acabar con nosotros, los recorrí uno a uno en fracción de segundos, y me di cuenta que Aro no tenía compasión alguna siquiera por el mismo ni por los que consideraba sus hermanos, había enviado a su esposa  Sulpicia y Athenodora la esposa de Caius a nuestro encuentro, debió imaginarse que no tendríamos oportunidad, después de todo nos superaban en número , ellos nos llevaban una ventaja de 8 miembros, eso me hizo analizar nuevamente la gran duda que había en mi cabeza- ¿Era posible que Aro no estuviese al tanto de todos nuestros planes?- a ciencia cierta él lo sospechaba al menos.
Todos quietos esperando el más mínimo movimiento para comenzar el ataque, aparentemente nadie quería dar inicio a lo que sería una masacre, pero no pasó mucho hasta que uno de ellos tomo el control y dio la orden de atacar, Carlisle, Esme, Kate y Jasper formaron un circulo a mi alrededor con el fin de protegerme y así yo pudiera hacer lo mismo con los demás, comencé a expandir mi campo de fuerza, hasta que logre abarcar a cada uno de los de mi equipo, Zafrina se apartó un poco de la pelea para cegar a cuantos pudo mientras yo seguía en lo mío, los vampiros de capa larga comenzaron a bajar en número gracias a la ayuda de Zafrina pero un descuido de Vladimir hizo que un vampiro la estrellara contra el suelo al abalanzarse contra ella, perdí la concentración, puesto que los vampiros cegados habían vuelto a ver, y eso no ayudaba, Carlisle rompió el circulo a mi alrededor para ayudar, nos creí perdidos, pero entonces Edward y Garret aparecieron y le quitaron de encima al pálido que luchaba contra Zafrina, ella logró ponerse de pie y retomo su labor permitiendo que mis amigos y familia acabaran con los miembros de la guardia, Kate que había dejado mi protección para ayudar estaba a punto de acabar con Athenodora cuando Edward le pidió que no lo hiciera, con un grito que salió desde lo profundo de su garganta.
-! Kate espera ¡- hizo mención Edward con voz suplicante – ella nos servirá de mucho- explicó – manténganla con vida pase lo que pase, tráiganla como rehén- dio la orden y asintió su cabeza en dirección a Zafrina, pienso que con el fin de que ayudara a mantenerla sin sus sentidos, para que no nos presentara problemas.  Nos miramos confundidos, pero acatamos su decisión, corrí a su lado y le abrase, pensé que lo perdería. –Ahora solo queda llegar hasta Aro- murmuré mirando si todos se encontraban bien mientras me encontraba entre sus brazos, de pronto caí en cuenta de que faltaba un integrante. Mis sentidos aumentaron al mil, cuando recorrí varias veces el lugar y la entrada principal,  Emmett no estaba, ni regresaba. Alterada me aleje de Edward, y volví a recorrer el lugar por si me equivocaba, pero no, Emmett no se encontraba con nosotros.
-Edward- dije logrando llamar su atención, ya que se encontraba planeando algo con Garret y Jasper- pero solo me miro un instante y volvió a lo suyo. – ¿Donde esta Emmett?- pregunté gritando cuando me sentí ignorada- Se hizo un silencio cuando todos notaron su ausencia-  ¿acaso yo era la única que había notado que faltaba su presencia? – Bella cálmate, Emmett está bien, solo tuvo que ayudar a Benjamín con algo, retrocedió un poco, eso es todo, siento no haberlo mencionado- intentó tranquilizarme. Lleve mis manos a mi cara, intentando reaccionar, ¿Qué sería tan importante?, ¿no se suponía que los irlandeses se habían ocupado de los guardias de la entrada? – Edward ¿Por qué tardan tanto en regresar?- termine de decir cuando los irlandeses y Senna entraron en la estancia, no sabía cómo actuar frente a ellos, me sentía culpable por su perdida, no quería parecer impertinente, dudaba en si hablarles o solo dedicarles un gesto, una señal que demostrara que lo lamentaba.
Siobhan se acercó a mí, su rostro me tranquilizó puesto que no vi ninguna expresión de recelo o rechazo conmigo o con alguno de los presentes. Quise decir algo en cuanto la tuve a mi lado, pero movió su cabeza y no me dejo hablar, solo me envolvió en sus brazos y me dijo que Maggie le había pedido que lo hiciera si moría, seguramente supuso que yo me sentiría así. Edward nos pidió que avanzáramos, ya solo nos quedaba nuestro objetivo principal, caminamos los escasos metros que nos separaban del minuto decisivo, y nos topamos con dos enormes puertas, tras de ellas, se escondían Aro, Marcus, Caius,  Dimitri, Renata y quien sabe a cuantos más tendrá  Aro  allí para su protección.
Garret se posicionó frente a nosotros impidiéndonos el paso, Edward se quedó estampado allí, leyó sus pensamientos y nos pidió que lo escucháramos.
-Solo quiero decirles, que esta vez  pase lo que pase, ninguno de los que están ahí dentro debe salir con vida, si se puede decir así, no hemos llegado hasta aquí solo para nada, no habrá tratos, no habrá lamentos, seremos por unos minutos crueles y despiadados como ellos, para vivir en paz por el resto de nuestras vidas. Ellos no dudaran en matarnos, así que ustedes tampoco lo hagan, ustedes son mi familia desde el momento en que decidí atestiguar a favor de Nessie, y aunque lo perdamos todo, me iré conforme, porque encontré el amor y una hogar, aunque espero que hagan el mayor esfuerzo, ya que me gustaría regresar con Kate a Denali, ¿me oyeron?- concluyo poniendo una gota de su humor a la situación. Curve mis labios al oírlo, y me sujete al brazo de Edward, Carlisle pasó al frente depositando un beso en la frente de Esme, y junto a Garret acercaron sus manos a las puertas para abrirlas cuando se abrieron solas de par en par y de una vez. Edward había decidido dejar a Zafrina y Siobhan cuidando de Athenodora.  Pude apreciar que los vampiros que ahora se acomodaban al lado de Aro, fueron quienes abrieron las puertas, Marcus y Aro se encontraban sentados como siempre en sus antiquísimos y refinados tronos, esperando para dar órdenes, junto a Aro se encontraba Renata, su guardaespaldas, ella seria nuestro mayor problema, Marcus solo observaba expectante, siempre a la espera de su final, era el más resignado con la situación, lo vi en su rostro y me tranquilizo, si él creía que nosotros ganaríamos, todo marchaba sobre ruedas y los demás debían ser pobres súbditos del maldito de Aro, alrededor de veinte miembros de la guardia  siempre poniendo a otros a hacer el trabajo sucio.
-Que agradable visita- comenzó Aro irónicamente
-Nos quedaremos a tomar el té- le siguió el juego Vladimir.
-¿Cuál es el motivo de su presencia en Volterra?- consulto Marcus acomodándose en su frio trono.
-No pretendan hacernos creer que no lo saben- dije casi gruñendo.
-Linda Bella, siempre es un placer verte- dijo dedicándome una sonrisa y poniéndose de pie. Sentí que un fuego me recorría, pero eso era imposible, era nada más que el puro sentimiento de rabia e impotencia que sentía al pensar en que nada de esto debería suceder si él nos dejara en paz, pero no lo haría nunca, ya que su único objetivo siempre ha sido disolver nuestro clan para intentar que Edward y Alice se les unieran, y ahora quería a Nessie.
-Solo comencemos con esto de una vez, tú ya estabas enterado, ¿porque nos hiciste esto tan fácil?-  oí a Edward reclamar y exigir respuesta.
-Tranquilidad mi querido Edward, ya hemos hecho esto antes, hablemos- intento manipular la situación con delicadeza.
- Esta vez no queremos hablar, maldito vampiro italiano- le dirigió las palabras Stefan, iban cargadas de odio.
-Si se atreven a tocarnos, Caius como pueden ver que no se encuentra aquí al enterarse de mi muerte, dará órdenes a Jane y Alec para que su hermosa hija pague el precio-
-No te atrevas- dije dando un paso hacia delante, ese era el asunto del que se estaban encargando Emmett y Benjamín- pensé- entonces Dimitri, Renata y otro guardia reaccionaron de igual forma-
-Bella aun no- me sujeto Edward y su tacto hizo descender mi rabia.
-Eso es, sabias palabras Edward, otra vez en esta incómoda situación mi amigo- dijo esta vez dirigiéndose a Carlisle- por esa relación que un día tuvimos, ¿podrías retirarte con tu ejercito de vampiros?- intento persuadir a Carlisle mientras avanzaba unos pasos desde su trono.
-¿De igual forma que tú la consideraste al enviar a Jane y Alec a secuestrar a mi nieta?, no lo creo Aro- respondió Carlisle calmadamente pero de forma directa y concluyente.
-Lleguemos a un acuerdo- intento el cobarde, sabía que era su final.
-Esta vez no hay acuerdo, pagaras por todo el sufrimiento que has causado- respondí sin pensar- Senna, Tía, cierren las puertas- ordene abalanzándome contra Dimitri,  esta vez pelearía, Jasper y Eleazar me apoyaron como era el plan, en menos de un minuto habíamos acabado con el gran rastreador de Aro, sin embargo a pesar de la batalla que allí daba lugar, el volvió a su asiento, para observar el espectáculo. Creí que Renata presentaría un problema, pero a Esme y Carlisle les fue sencillo acabar con ella, al parecer no sabía más que proteger a Aro con su escudo, no sabía defenderse en una lucha limpia cuerpo a cuerpo, de pronto todo comenzó a pasar frente a mis ojos en cámara lenta, mi familia, mi gran familia, estaba acabando uno por uno con todos aquellos que los atacaban, todo fue muy deprisa, en cuestión de minutos solo quedaron Marcus y Aro, parecía un espejismo. Marcus no dio indicios de querer pelear, asi que solo nos concentramos en Aro.
-Jamás habrías hecho esto sin ella; lo sabes ¿verdad? Querido Edward- comenzó Aro buscando provocar a mi marido- ¿puedes leer mi mente?-preguntó respondiéndose a si mismo- claro que puedes, te enseñaré lo que harán Alec y Caius con tu hermosa hija cuando sepan que me has matado, el daba por sentado que moriría, lo sentí en sus palabras, pero se encargó de torturar a Edward antes de rendirse- eso es Edward lee mi mente y ve todas las cosas asquerosas que le harán a tu Renesmee- el maldito sabía que Edward no podría evitarlo. Edward bajo la cabeza y cerró los ojos, como queriendo librarse de su don en ese instante.
-Jamás tocaran a mi hija, porque ella tiene al mejor protector que le pudo dar la vida, nunca lo admití, pero Jacob es el único que puede protegerla y lo hará, así que podrás irte al infierno con las ganas de ver sufrir a mi hija, porque llego tu final maldito Volturi-
Edward se movió tan rápido que tuve que reaccionar de la misma forma, todos sabían que Aro era nuestro, queríamos matarlo con nuestras propias manos, intente sujetarle para darle ventaja a Edward, pero era duro como piedra, me tomo de un brazo y me lanzo haciéndome chocar contra una de las paredes, Edward devolvía sus golpes, pero el muy maldito  tenía demasiada experiencia a su favor, Edward cayó al piso quebrajando la cerámica,  cuando me puse de pie vi que Marcus se acercaba a Edward, tal vez creyó que era más justo dos contra dos, pero antes de poder llegar a su lado, sucedió algo que jamás imagine, Edward se encontraba apresado en el suelo, Aro intentaba arrancarle la cabeza, cuando Marcus se detuvo tras de él, y sujeto los brazos de su hermano y formuló una pregunta a Edward, lo sé porque Edward lo miro inseguro, pero terminó moviendo la cabeza arriba y abajo, Marcus hizo un gesto de aprobación a Edward mientras sujetaba con más fuerza a Aro que intentaba escaparse,  dándole la oportunidad que necesitábamos todos,  aprovecho la situación para ponerse de pie y de un golpe seco y raudo le arrancó la cabeza sin dificultad, el cuerpo del fallecido cedió quedando a los pies de Edward que aún no salía de la impresión, nadie comprendía lo sucedido, ni siquiera sé por qué no reaccione en contra de Marcus, nadie salvo Edward que podía leer su mente, de inmediato Garret y Kate tomaron los restos de Aro y los lanzaron  al fuego que ya ardía consumiendo el resto de los vampiros fallecidos. Edward miro fijamente a Marcus y le agradeció, entonces los ojos de mi marido se llenaron de sorpresa, ¿sería alguna petición?, que estará pensando Marcus que hace reaccionar así a mi vampiro. Edward estrecho su mano y se dirigió a nosotros. Entonces supe que él no nos causaría dificultades.
Me tomo unos instantes reaccionar, a todos nos costó, por lo que pude notar, Edward se me acerco y me brindo un abrazo, una abrazo de esos que me confortaban en los días que aun siendo humana, me hacían olvidar mis pesadillas. Aro estaba muerto, pero todavía sentía que Renesmee corría peligro, Caius debía ser el causante, iba tras de mi hija, por eso Emmett y Benjamín no regresaban iban tras de él.
-Edward debes llamar a Alice- dije interrumpiendo su Charla con Stefan- debes decirles que Caius va por Renesmee- dije y un silencio invadió la gran sala, ¿Por qué solo yo notaba lo evidente?
-Si claro- dijo dirigiéndose a Siobhan para pedirle el móvil.
Jacob’s pov

Entre sueños pude oír la inconfundible voz de la pequeña vampira que atendía el móvil – Edward, dime ¿salió todo bien?- preguntaba un tanto insegura de la respuesta- ¡¿Qué?!- gritó terminando de despertarme de un sobresalto y me puse de pie- la mire para ver si soltaba algo, pero nada, me hizo un gesto para que esperara, colgó el móvil al cabo de unos 5 minutos, mientras yo me volvía loco por las dudas. Se me quedo viendo fijamente, me dio un calosfrió al verla allí tan quieta frente a mí. – Habla de una vez- le exigí- .
-Perfecto, todo salió perfecto, excepto por una perdida que tuvimos- dijo bajando la intensidad de su alegría.
-Quieres decir que los Volturis están…. Dude en terminar la frase, sin saber la causante. –Muertos Jacob, están muertos- exclamo Alice saltando hacia mí y me abrazó, la emoción no la dejó pensar, puesto que en dos segundos se alejó haciendo arcadas por mi olor.
Es tiempo de que reúnas las dos manadas, debemos estar listos, Caius viene hacia acá, Emmett y Benjamín vienen tras de él, aún tenemos un día para organizar a las manadas, Edward y los demás tomaran el avión hacia aquí- un momento la interrumpí- ¿Cómo que tomaran un avión?- no pretenderás que vengan corriendo como Caius- respondió- me refiero a ¿cómo consiguieron los boletos de avión?- A mí no se me escapa nada alfa- dijo poniendo esa cara de autosuficiencia clásica en ella.
Iba  hacia la salida cuando me asalto otra duda y me detuve en la puerta,  el vuelo desde Italia hacia aquí llevaba casi dos días, se detenía en un lugar para hacer trasbordo ¿cómo lo harían para llegar antes?, me gire para preguntar cuando desde la otra sala me grito- Es un avión privado Jacob, te puedes ir ya- curve la sonrisa, ya comenzaba a tener cariño por esa insoportable vampira.
Salte hacia el interior del bosque, corrí camino a la Push, aullé lo más alto que pude, Embry y Quil respondieron a mi llamado uniéndose a mi faltando muy poco para llegar, Leah no respondió y Sam al parecer se encontraba en su forma humana porque no dio señales al oír mi aullido. Solo faltaban unas horas, horas que serían eternas para volver a estar junto a mi Nessie, esta vez, nada ni nadie nos separaría.





No hay comentarios:

Publicar un comentario