-No, pero se lo que yo quiero-
dijo tomándome por la cintura y acercándome a su cuerpo.
-¿Qué podrá ser lo que quiere el
señor Black?- dije levantando una ceja, quitando lentamente su corbata del
cuello y la arroje al piso.
-No juegues conmigo Nessie- susurro
en mi oído, besando el pómulo de mi oreja, logrando que mi piel se erizara y mi
ropa interior se humedeciera.
-No es exactamente jugar lo que
quiero- respondí y acomode su miembro en
mi mano, por sobre el pantalón.
Jacob se detuvo al sentir mi mano
masajeando su sexo. Intento seguir besando mi cuello, pero no lo logro, mis
caricias lo hacían perder la concentración. Su miembro estaba tan rígido, que
creí rompería el pantalón, Jacob en verdad era grande, solo podía pensar en tenerlo dentro de mí.
-Nessie, detente, me estas
volviendo loco- decía pausadamente, apoyando su rostro en mi hombro y apretando
mi trasero fuertemente.
De pronto sin aviso, su mano se
coló bajo mi vestido, y roso mi sexo con sus dedos, ahora desconcentrándome a
mí, esto se había transformado en una
guerra de sexo, quien tenía mejores
tácticas para desarmar a su enemigo, íbamos dos a uno, Jacob me llevaba la
delantera.
-Veo que esta algo húmedo aquí
abajo- dijo levantando mi rostro que permanecía con los ojos cerrados y mirando
hacia abajo, mientras mantenía sus caricias entre mis piernas aun sobre mi ropa
interior.
Ni siquiera me di el trabajo de
abrir los ojos, estaba en otro lugar.
-Nessie, mírame, abre los ojos-
oí de su boca.
Lentamente los abrí, y lo mire
fijamente.
-Quiero ver tus ojos, tu rostro, quiero ver como
disfrutas de mis caricias- agrego y me beso en los labios.
La humedad de sus labios con los
míos, me excitaba aún más, su lengua dentro de mi boca entrelazándose con la
mía, me estaba llevando a la locura, solo espero no llegar al orgasmo antes de
tenerlo dentro de mí, intentaba pensar.
-Espera, creo que no estamos
cómodos- dije alejándolo un poco y quitando su mano de bajo mi vestido.
Desabotone su camisa rápidamente y se la quite, mientras el bajaba el cierre de
mi vestido, dejándome solo en mis ropa interior, que además dejaban todo a la
vista ya que eran de encaje. De forma desesperada se quitó los zapatos y su
pantalón de vestir, lo imite quitándome lo único que me impedía quedar como
llegue a este mundo, sus bóxer ajustados dejaban ver el tamaño y la magnitud de su
erección. Cuando note que se quitaría el bóxer lo interrumpí.
-Espera- le pedí.
-Déjame hacerlo a mí- pedí.
Baje cuidadosamente sus bóxer, quedando
a mi disposición, intente abarcar lo que más pude con mi mano, quedando gran
parte fuera de mi alcance, y lo masajee, al principio lentamente aumentando mi
ritmo progresivamente, en la última caricia, utilice mi lengua para lamerlo, en
ese momento el cuerpo de Jacob tembló de los pies a la cabeza.
-Esto no es justo- lo oí decir
entre jadeos, mientras yo ya tenía su miembro
saliendo y entrando en mi boca, Jacob se estremecía cada vez que la
cabeza de su pene entraba, mis labios se ajustaban perfectamente para él.
-También quiero probar tu sabor-
agrego apartándome de él, se arrodillo y me recostó sobre el suelo, enseñándole
mi sexo húmedo, se acomodó entre mis piernas quedando perfectamente
posicionado, ya que con la primera caricia de su boca, casi logra hacerme
llegar al orgasmo.
Su lengua recorría cada espacio
de mi sexo, produciendo ruidos con cada contacto, mi humedad ya había
sobrepasado los límites, mientras su legua jugaba alrededor de mi clítoris una
de sus manos acariciaba mis senos, apretándolos fuertemente.
-¡Oh, rayos!- grite y me apoye en
mis codos para inclinarme levemente, cuando dos de sus dedos entraron
lentamente en mí, mientras su lengua seguía su trabajo. Al verlo allí, besando
insaciablemente mi sexo y sentir sus dedos dentro de mí moviéndose a un ritmo delicado pero al mismo tiempo
quedando completamente hundidos en mí, no pude contenerme más, un fuego me
recorría completa, estaba a punto de explotar.
Tome su cabello con mi mano, y lo
saque de allí, no quería llegar al orgasmo sin tenerlo dentro.
-Por favor- le suplique- te
quiero dentro de mí.
Sonrió de una forma tan sexy,
poniendo su boquita de lado, Jacob me volvía loca, creo que podría matar por
él, se posiciono sobre mí, pero no del todo, solo apoyando un lado de su cuerpo
sobre mí, para poder admirar hacia abajo, tomo su pene con su mano, y comenzó a frotarlo en mi sexo, de
arriba hacia abajo, humedeciéndolo con mis fluidos, a momentos se quedaba
quieto en mi entrada, Jacob quería que le rogara que me penetrara, lo sé.
Pasaban los minutos y Jacob
seguía jugando, observaba mi rostro, mis reacciones, con cada movimiento de su pene erecto en mi
sexo húmedo y palpitante, le encantaba ver mis expresiones, mi rostro excitado, le gustaba observar como mi cuerpo
se arqueaba cada vez que su pene rozaba mi entrada. Era un sádico, me hacía
sufrir, disfrutando.
-¡Ya no me hagas esperar más, te
lo pido, te quiero dentro de mí, ahora!- le suplique dejando de lado mi
dignidad, poco me importaba.
-Tú crees que para mí es fácil,
estar aquí, teniéndote a mi disposición sin penetrarte, es lo que más quiero, pero quiero disfrutar
el momento, no sé cuándo pueda tenerte conmigo nuevamente. ojala y esto durara para siempre, porque no
me cansaría de hacerte el amor las veinticuatro horas del día, pero también
debo ser cauto, no puedo llegar y entrar solo así, podría lastimarte aunque ya
no seas virgen, sé que no suena bien que yo mismo lo diga pero creo que soy muy
grande- dijo finalmente.
No pude evitar reírme.
-Es cierto, creo que el elogio
viene de demasiado cerca- dije sonriendo.
Jacob también sonrió, y acaricio
mi cabello y deposito un beso en mis labios.
-Te amo, Nessie y quiero que seas
mía en cuanto el tiempo me lo permita, ya sean días o siglos, mientras te tenga
conmigo, todo será perfecto-
Sentí una presión en mi entrada,
lo que tanto quería y deseaba estaba por suceder, tener a Jacob dentro de mí,
sentí su porte abrirse paso por mi estrecha cavidad, provocando que enterrara
mis uñas en su espalda, se detuvo un momento, pensé habría acabado, pero me
había equivocado, esto recién comenzaba, dio inicio a movimientos constantes y
lentos, ambos queríamos disfrutar el roce de cada penetración como si fuera el
ultimo, pasaban y pasaban los minutos y Jacob temblaba de tal modo, que pensé
se desvanecería sobre mí, pero no, continuaba, a cada momento con más ganas.
Con cada embestida venia un beso, lleno de lujuria y pasión, el sudor se había
apoderado de nuestros cuerpos que en este momento eran uno solo.
Los últimos minutos fueron
mágicos, Jacob me miraba a los ojos fijamente, en su rostro podía notar el
placer que estaba sintiendo, me miraba, me besaba, me penetraba, y yo solo
estaba allí, dejándome poseer por mi hombre lobo, el dueño de mi persona.
-Mía, solo mía, mi Nessie- oí a
Jacob jadeando y su voz era apenas audible.
-No hables- respondí sin aliento.
-Ya no doy más, eres exquisita, -
dijo antes de comenzar a moverse rápidamente, mis senos estaban en un constante
vaivén que iba en aumento al igual que sus movimientos, más rápido, más rápido,
ya no pude contenerme y comencé a gemir fuertemente, el punto máximo llego a mi
cuando sentí el orgasmo de Jacob, deposito toda su hombría en mí, mezclándose
con mi orgasmo, enterré las uñas en su trasero y luego me deje caer
relajadamente en el suelo del bosque.
Jacob se dejó caer sobre mí, con
el debido cuidado de no dañarme, solo nos quedamos así, descansando después de
la guerra en la cual ambos habíamos salido ganando. Me encontraba tan agotada
que caí rendida, me dormí profundamente entre los brazos de mi amante, solo
desperté con sus caricias a la mañana siguiente.
-Buenos días- fue lo primero que
oí, que hermoso seria poder despertar con ese sonido, cada día, junto a él, el hombre que amo, y
sin miedos de que alguien nos dañe, o intente separarnos.
-Bueno días- dije entreabriendo
los ojos con dificultad, la mañana ya había llegado, y al pasar toda la noche
en medio del oscuro bosque, la poca luz que dejaba pasar los árboles, me
molestaba. Los brazos de mi Jacob me sostenían fuertemente, que difícil seria
el momento de la despedida, después de todo, debiamos volver a la realidad.
-Debemos regresar- logre decir,
Jacob cambio su actitud y se sentó a mi lado.
-Ya no quiero esto- susurro.
-¿Qué quieres decir con eso?-
pregunte levantándome para sentarme a su lado.
-Que ya no quiero sentirme así,
anoche fue una velada maravillosa, a pesar de todo lo sucedido, sin embargo
siempre al llegar la mañana viene la separación y eso me parte el alma, ya no
quiero separarme de ti mi amor, no creo poder soportarlo- sollozo.
¡No, no llores por favor¡- exclame
poniéndome de rodillas frente a el- esto
para mí también es difícil, tampoco quisiera separarme de ti nunca, pero
recuerda que debemos hacer las cosas bien, debemos ser inteligentes, lo primero
que debemos tener claro, es que ya no podremos fugarnos como habíamos acordado,
recuerda que serás padre- termine diciendo.
- Pero ahora hay algo distinto-
agregue.
Jacob levanto la mirada - ¿Qué es
distinto esta vez?- pregunto.
-Que yo no me daré por vencida,
que tu estas decidido a dejar a Vanessa
y luchare por ti mi Jacob, no
dejare que nada ni nadie nos separe esta vez- prometí.
-Te amo Nessie y desde este
momento prometo que no dejare que nadie se interponga entre nosotros, porque
eres el amor de mi vida y nadie podría ocupar tu lugar- dijo acariciando mi
mejilla.
Sus palabras lograron llegar a lo
más profundo de mi corazón, no pude contener el llanto y me largue a llorar
desconsoladamente en sus brazos. Me hubiese gustado quedarme así, allí, en sus
brazos eternamente escondidos en ese bosque.
-¿Por qué Jacob?, ¿Por qué no
podemos ser felices?, no somos malas personas, solo queremos poder amarnos en
paz, pero todo siempre se da vuelta en nuestra contra, ¿Por qué tengo que ser
mitad vampiro?, ¿Por qué no puedo ser una chica normal?- pregunte sin detener mi
llanto.
-Por el simple motivo que si tú
no fueras la persona que eres, nunca nos habríamos conocido, y jamás nos
habríamos enamorado, te amo como eres, siendo lo que eres, y en algún momento
el destino tendrá de detener nuestro sufrimiento y ensañarse con alguien más-
respondió secando las lágrimas de mis ojos.
Sus palabras me tranquilizaron
por algún extraño motivo, le di un beso en la mejilla, el sostuvo mi rostro
entre sus manos y me beso en la boca, dulce sabor, sus labios saben a caramelo,
me quedaría todo el día saboreándolos. Volví a hundir mi rostro en su pecho,
embriagándome con su aroma, ese olor a hombre, que me hacía perder la cordura.
-Nessie, necesito hacerte un par
de preguntas-
-¿Qué preguntas?- dije, el tono
de su voz me preocupaba, era algo serio.
-¿Qué sucederá con Seth?, ¿Qué
haremos con él?- pregunto.
-¿Qué haremos?, me suena a
multitud, es mejor decir ¿Qué hare?, Seth es mi problema- corregí.
Luego de pronunciar la última
frase, pensé que injusta era con Seth al llamarlo mi problema, él era tan leal,
tan tierno, era un amor de persona, yo le había creado ilusiones y ahora
tendría que romperle el corazón al decirle que volvería con Jacob, no sé cuál
será su reacción pero sé que no será muy buena.
-A Seth déjamelo a mí- le exigí-
no quiero que vayas a torturarlo con nuestro reencuentro.
-¿Qué?, ¿crees que iré a contarle
detalles de nuestro encuentro amoroso de anoche?, estas equivocada, ¿Por qué
haría algo así?-
-Por qué te conozco Jacob Black,
eres el alfa, ejerzas o no tu puesto y mandato, sé que querrás restregarle a
Seth en la cara quien es el que manda-
-De acuerdo, tienes razón, me
hubiese gustado restregárselo en la cara, para que entienda de una vez por
todas que tú eres solo mía, y no tiene posibilidad alguna contigo, pero te hare
caso, lo dejare en tus manos- dijo y me estrecho casi dejándome sin aire con
sus brazos.
-Ok Jacob, debemos irnos ya, mi
madre debe estar histérica- le asegure intentando soltarme de su abrazo-
-¿Qué?, ¿te molesto lo que dije?,
eso de que eres solo mía y lo demás-pregunto.
-No- exclame- me encanta cuando
te pones así, defendiendo lo que es tuyo, además es cierto, soy y seré solo
tuya, mi lobo sexy- dije riéndome.
-Un último beso- oí a Jacob
pidiendo o casi suplicando por él.
-Solo uno- le dije mirándolo con
desconfianza y apuntándolo con mi dedo índice.
Jacob’s Pov
Nessie se encontraba desnuda
sentada en mi regazo, en todo momento tuve que esforzarme demasiado para
concentrarme en nuestra conversación, mis ojos se desviaban de forma
involuntaria teniendo sus senos tan cerca de mi rostro. Mi boca se deshacía queriendo besar sus pezones rosados, mis
manos en sus caderas la apretaban
fuertemente contra mí, su olor, nuestro olor, la mescla de nuestros
aromas en el sexo, la hacían oler más apetecible de lo normal, me sentía como
un psicópata sexual, lo único que podía pensar era en Nessie sobre mí,
meneándose de arriba abajo, y sus senos uniéndose al ritmo de sus movimientos,
por ese motivo toque un tema que no quería, Seth, ese incomodo tema, una vez
terminada la conversación, Nessie dijo que ya era hora de irnos, su madre la
estaría buscando como una desquiciada, entonces fue cuando le pedí un último
beso.
-Solo uno- me dijo mirándome con
desconfianza y apuntándome con su dedo, en son de advertencia.
-Lo prometo- respondí.
Levante su mentón con mi mano
para poder mirarla, el simple roce de sus labios, me produjo una erección, bese
sus labios de forma morbosa, metí mi lengua en su boca en busca de algo, pero
no sabía que, Nessie llevo sus manos a mi cabello y quito una de mis manos de
su cintura y la posicionó en su hermoso y firme trasero, sé que se percató de
mi erección, era imposible no hacerlo.
Si no me detenía terminaría
haciendo el amor con Nessie nuevamente, luche contra todos mis deseos, y logre
soltar sus labios, pero las ganas que tenia de meter mi mano en su entrepierna
no se me quitaría hasta que la hiciera mía nuevamente.
-Creo que es mejor que nos
detengamos- dije recobrando el ritmo de mi respiración.
-¿Por qué?- pensé que me deseabas-
dijo y me hizo un puchero con su boquita.
Nessie quiere que le haga el amor
ahora pero ¿cómo estar seguro y no pasar por insistente e insaciable?
Se levantó y dejo a la vista mi
erección, miro disimuladamente, pero era realmente mala en eso, verla de pie
frente a mí, no fue nada en comparación a las insinuaciones que me hizo luego,
se dio media vuelta dándome la espalda, su ropa estaba tirada en el suelo unos
centímetros más lejos de donde yo me encontraba, bajo lentamente a recogerla,
dejando casi frente a mi rostro su sexo, viéndolo desde una perspectiva que
solo podía pensar en entrar allí.
Baje mi cabeza y sonreí
disimuladamente, ella me estaba seduciendo, de eso no cabía duda alguna, pero
esperaría a ver cuán lejos pensaba llegar antes de que me pusiera de pie y la
tomara sin reclamos posteriores.
-¿Acaso no piensas vestirte?-
dijo subiendo lentamente sus pantaletas hasta dejarlas en su sitio, pero
siempre dándome la espalda, enseñando todo lo que tenía, esperando mi reacción.
-Acaso tú no piensas ponerte tu
vestido o piensas seguir seduciéndome - respondí.
-Oh, veo que solo piensas en
sexo, lobo caliente- respondió recogiendo su vestido- pensé que no te darías
cuenta de que te estaba incitando a hacerme tuya de una forma no tan romántica-
dijo finalmente.
-Detente- le dije cuando se
aprontaba a ponerse el vestido- me estas pidiendo que tenga sexo contigo-
pregunte.
-Acaso no es eso lo que hicimos
anoche- respondió.
-Sabes a qué me refiero- le
asegure- anoche yo te hice el amor, pero si no soy tan idiota creo que me estas
pidiendo que tengamos sexo sucio, o ¿estoy equivocado?-
-¿Eso es lo que quieres?- dijo
con un tono inocente en su voz.
-No, eso es lo que tú me estas
insinuando- dije poniéndome de pie- ¿te das cuenta de lo que provocas en mí?-
le dije al darme cuenta que miraba mi erección.
-Yo no provoque eso, no te he
tocado un pelo- respondió ruborizándose.
-Para que veas lo loco que estoy
por ti, no es necesario que me toques, con un par de palabras y una mirada
puedes hacer que pierda la cordura- dije acercándome lentamente a ella.
Cuando estuve delante de mi
Nessie, la tome por la cintura, y le di un beso en los labios.
-Este es el momento para que te
arrepientas- le dije mordiendo el pómulo de su oreja.
Un No fue lo único que salió de
su boca.
-No, ¿Qué?- pregunte confundido.
-No me arrepiento- término la
frase y esas palabras me dieron pie para pensar en satisfacer todas las
fantasías sexuales que tenía con mi Ness desde que hice el amor por primera vez
con ella. Sin embargo Nessie no es una chica así, ella es tan delicada, tan
dulce, solo puedo pensar en hacerle el amor cuando la tengo en mis brazos.
-Nessie, yo jamás te trataría de
esa forma mi amor-le dije besándola dulcemente- ahora vistámonos y vámonos que
sino tu madre te vendrá a buscar aquí mismo.
-Te he dicho que te amo- dijo
colgándose de mi cuello.
-Creo que no- le dije bromeando.
-Te amo, te amo, te amo- decía
llenándome de besos.
Nos vestimos rápidamente, y
comenzamos a caminar devuelta a la casa de Emily desde donde habíamos salido.
Cuando estábamos a punto de
llegar a la casa, nos detuvimos, ambos sabíamos lo que venía, la despedida.
-Creo que hasta aquí podemos
llegar juntos- me dijo soltando mi mano.
- Lo se, creo que será mejor que
lo hagamos de una vez, antes de que sea más difícil- dije agachando la mirada.
Nessie acaricio mi mejilla con su
mano- no te pongas así- nos volveremos a ver, lo prometo.
-No te preocupes, es solo que no
puedo evitarlo- respondí sin ánimo.
-¿Qué no puedes evitar?-
-Tener miedo, a perderte de nuevo- le asegure.
-Tonto,
no me perderás nunca, me oíste- me dio un beso en los labios y se marchó.
Flashback
-Todavía no me has dicho que
haremos- pregunte intrigado.
-Primero hablare con Seth, le
diré lo que sucede, no sé cuál será su reacción, sin embargo no puedo seguir
engañándolo, lo segundo será tranquilizar a mi madre, a ella no le gustara la
idea de que queramos estar juntos después de la noticia de Vanessa, yo le diré
que entre nosotros no hay nada, que llegamos a un acuerdo de terminar para
siempre con lo nuestro, y que estuve por ahí, tratando de ordenar las ideas, yo
me encargare de Vanessa, tu debes seguir como si nada hubiera pasado, sigue con
los papeles del divorcio y has creer a tu esposa que yo te mande al demonio y
no quiero volver a verte- respondió mientras caminaba de mi mano, hacia la casa
de Emily.
-¿A qué te refieres con que tú te
encargaras de Vanessa?- pregunté.
-Sé que
esconde algo, lo presiento y averiguare a toda costa que es- respondió
arrugando la frente.
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